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AEGIPTO

MUJERES EN EL ANTIGUO EGIPTO

MUJERES EN EL ANTIGUO EGIPTO

MUJERES EN EL ANTIGUO EGIPTO

 

La mujer en el Egipto faraónico disfrutaba en un plano de casi total igualdad con el hombre.

 

Por ejemplo en algunos aspectos era superior al del hombre. De hecho el concepto de matrimonio y la forma de concertarlo era todo un ejemplo de derecho matrimonial pensado para proteger fundamentalmente la situación de la mujer y de sus descendientes. Ya que estaba enfocado a garantizar la situación de la mujer en caso de divorcio. Por distintos textos (Museos de Praga, Berlín, el Louvre) sabemos que si bien no era obligatorio el suscribir ningún tipo de contrato, en general se solían firmar. Incluso existen documentos en los que solo figura la firma del escriba lo que era más que suficiente ya que garantizaba la realidad del acto (a modo de los modernos fedatarios públicos o notarios). No obstante por el texto " El cuento de Khaemuas" sabemos que ninguna dama de "clase alta" aceptaba una unión hasta que no se definía cual era su régimen jurídico matrimonial. Ya que no existía un único modelo de régimen matrimonial y se podían dar diversas situaciones.

Por tanto el matrimonio no dependía de ninguna ley expresa, si bien entraba dentro del derecho consuetudinario egipcio.

  

La  mujer tenia acceso a la carrera del funcionariado que era, después de la nobleza propiamente dicha, el camino para llegar a las más altas cotas del poder político y social.

Dentro de este estado de igualdad la mujer desempeñó oficios de los más variado. Desde profesiones modestas de tipo manual hasta incluso el caso de ser juez y visir como es el caso de la dama Nebet. O practicar la medicina y la cirugía como es el caso de Peseshet.

Por tanto la profesión o el oficio de escriba no podía ser menos. Las mujeres que habían realizado estudios de escriba podían entrar en la administración, como es indudable por sus títulos. De los que tenemos constancia por Fischer que catalogó  25 diferentes. Entre ellos los de intendente, Jefe del Departamento de los Almacenes, Controladora de los Almacenes Reales, Inspectora del Comedor, Inspectora del Tesoro, Mayordomo de las Estancias Reales, Intendente de los Sacerdotes Funerarios, Etc. Etc. Etc.

El periodo en que hubo más mujeres en la administración fue en el Imperio Antiguo, declinando durante el Imperio Medio y resurgiendo fuertemente su presencia durante el Imperio Nuevo.

 

Es evidente que no era lo mismo pertenecer a la nobleza, a la clase social de los altos funcionarios o ser una sierva. Pero incluso en este último caso la sierva podía ser casada con un hombre libre y ser manumitida. Con lo que sus hijos e hijas alcanzaba el pleno derecho de ser libres a todos los efectos y con todos los derechos inherentes a su condición de hombres y mujeres libres. Pero también podía darse el caso contrario, el de un siervo que fuese manumitido por matrimonio. Con lo que como podemos ver la igualdad era clara.

 

Asimismo, la mujer podía testar libremente y  disponer de su patrimonio.  Un hecho relevante es la igualdad sucesoria de los hijos e hijas sin distinción del sexo. Está claro que cada miembro de la familia poseía sus propios bienes y podía disponer libremente de ellos.

 

La mujer también tenía acceso al clero. Si bien el titulo de sacerdotisa se da cuanto más antiguo es el periodo al que nos remontamos.

 

En cuanto al adulterio, diré que era llamado entre los egipcios "gran crimen", ya que concebían el matrimonio como estado ideal. Pero no era punible solamente para la mujer, lo era para ambos cónyuges. De hecho en la "declaración de inocencia" Capitulo CXXV del Libro de los Muertos (Salida del alma hacia la luz del día) se dice .....

 

¡OH tú, espíritu Uamenti, que surges de las cuevas de la tortura!

Yo nunca cometí adulterio.

 

La condena por adulterio podía entrañar la perdida de la propia vida a manos de un cocodrilo (mejor dicho, entre sus fauces)  Pero esto es la teoría, lo cierto es que la sociedad egipcia era bastante más permisiva y tolerante. Y los encargados de aplicar las leyes eran comprensivos y bastante conciliadores en este tema.

 

Un cordial saludo.

Jc Bukowski

 

El Libro de los Muertos y la Esencia del Hombre

El Libro de los Muertos y la Esencia del Hombre

El Libro de los Muertos y la Esencia del Hombre

El Libro de los Muertos y la Esencia del Hombre

El libro “Salida del alma a la luz del día” conocido por El Libro de los Muertos Egipcio es una colección de textos, hechizos, conjuros, oraciones, himnos, letanías y diversas fórmulas mágicas. Inicialmente fueron escritos en rollos de papiro con ilustraciones o viñetas. Fueron colocados en las tumbas de los egipcios que podían permitirse tal lujo a partir del Imperio Nuevo.

No obstante, la colección más antigua que se conoce, está inscrita en las paredes de las cámaras y corredores de las pirámides de Unas, Teti, Pepi I, Nemty-En-Saf I y Pepi II, reyes de la V y VI dinastía en Sakkara. A estos textos se les conoce como “Textos de las Pirámides” y están escritos enteramente en jeroglíficos y muchos de sus “Conjuros “ son copias de una colección más antigua, por lo que no se pude precisar su origen, edad y autor. Pero podemos suponer que los Capítulos copiados en las paredes de las tumbas de los reyes mencionados, en esencia, representan las creencias de los egipcios de tales dinastías con respecto a la muerte y la vida de ultratumba. Visión que era compartida por el pensamiento religioso entre las clases más altas de Egipto.

Posteriormente se conocieron como textos de los Sarcófagos. Dichos textos eran un compendio de los textos de las piramides completados, según parece, con elementos locales de culto de los diferentes nomos y a preocupaciones más terrenas. Dichos textos aparecieron escritos en las paredes de los sarcófagos de los nobles de finales del imperio antiguo.

Por tanto y cronológicamente podríamos decir que primero aparecieron los textos de las pirámides, que eran una recopilación de textos más antiguos aún. Posteriormente aparecieron los textos de los sarcófagos. Y ya en el imperio nuevo aparecen que se denomiron por parte de Champolión como “Libro de los Muertos” pero que para los egipcios era “El libro de la salida del alma a la luz del día”

El objeto del libro “La salida del alma a la luz del día”, como comentaba, era un compendio de conjuros y formulas que permitirán al difunto franquear los obstáculos que pudiese encontrar en el Mas Allá. Por lo que, a partir del Imperio Nuevo, se colocaba un ejemplar junto al difunto. Normalmente era un rollo o conjunto de rollos de papiro, con las formulas escritas en ellos.

La verdadera naturaleza física del “libro” no ha sido comprendida perfectamente. No es realmente un “Libro”, ya que el concepto de libro sugiere un conjunto de hojas cosidas y encuadernadas. Que contienen una idea o mensaje uniforme de un autor y uniforme en el tiempo. Sin embargo el libro “La salida del alma a la luz del día”,tal como hemos comentado,es una recopilación de diferentes épocas y autores.

Aunque este Libro nos da una idea de la religión entre los egipcios y sus creencias funerarias, no es un conjunto de dogmas o revelaciones para los creyentes. Si no que es una guía, podríamos decir, para el viaje del difunto en el Más Allá. Una guía para el Ka

Por una parte el hombre tenia un cuerpo, que no es la concepción que tenemos nosotros actualmente de él. El cuerpo para los egipcios podía ser sustituido por una estatua, una imagen, Etc., es más, en la época tardía la palabra cuerpo podía significar estatua. Incluso el cuerpo podía transformarse, por mor de sus distintas representaciones, en un animal o en mitad hombre y mitad animal, Etc. Y no perder su condición y naturaleza.
En el propio libro “La salida del alma a la luz del día”el difunto sufre distintas transformaciones en formas animales sin perder su personalidad.

Para los egipcios la noción o concepto de cuerpo era mucho más compleja y extensa a la vez que para nosotros. Por ejemplo para un egipcio era terrible que pudiera quedar sin sepultura o que pudieran ser borradas las representaciones de este, Etc. Era tanto como privarle de la autentica realidad existencial. Por ello, tras el reinado de una faraón, su sucesor si había tenido problemas de sucesión ó rivalidades sucesorias, problemas de dinastías, Etc. Etc. Etc. Ordenaba cincelas todos las estatuas y cartuchos reales y condenar al difunto al ostracismo, no solo hitórico, sino también al ultraterreno.

Los principios esenciales del ser humano para los egipcios eran el KA, el BA el AKH ( AJ), el nombre, el cuerpo y la Sombra.

El KA era potestativo tanto de los dioses como de los hombres. Pero los dioses, y el rey (faraón) que no olvidemos tenía por naturaleza privilegios divinos, tenían varios KA.

Primordialmente el KA está vinculado al conjunto de la vida, encarnado las fuerzas vitales del individuo, y viene a representar el doble inmaterial del yo. Nace con el cuerpo, al mismo tiempo, y crece con él Maspero lo llamó “doble vital” y también se le ha denominado como “el gemelo”. Teniendo, asimismo, una relación estrecha con los alimentos siendo él, el KA, el que aprovecha las ofrendas después de la muerte.

Solo el KA regio podía representarse como un ser humano. Fundamentalmente se representaba así en la teogamia ó unión simbólica de Amón y de la reina en el momento de la concepción del que sería el heredero al trono, lo que le confería el origen divino.
En ese acto, el dios, se encarnaba en la persona del rey durante el himeneo o esponsal.

El Ka era una parte importante, y aparentemente eterna, del hombre. Por el significado de la palabra se le puede definir como: “un resplandor” o “un espíritu-alma traslúcido”. A menudo se le ha traducido como: “el brillante”, “glorioso”, “inteligente” o calificativos semejantes; pero su verdadero significado es el de “escena divina”. En los “Textos de las Pirámides”, encontramos que el Ka de los dioses estaba en el cielo y hacia allá se dirigía el Ka del hombre tan pronto como el cuerpo moría.

Por otra parte el BA se suele traducir normalmente como “EL Alma” ó “El espíritu”. Pero los componentes o expresiones relativas al el ser humano son difíciles de definir o explicar, bajo el enfoque o la forma en que eran concebidos por los antiguos egipcios. Por tanto decir que el BA era el alma es, cuanto menos, inapropiado. Representa el aspecto espiritual del ser humano que sobrevivía o renacía después de la muerte. Su representación era con forma de ave (normalmente un halcón) y cabeza humana ( lo que nos indica la personalización del propio concepto). El BA permite establecer un vínculo, una conexión, entre el mundo invisible en el que se mueven y evolucionan fuerzas divinas y los difuntos y el universo visible. Los muertos pueden desplazarse, gracias a su BA, en la tumba y fuera de ella. Y es gracias su BA que las divinidades pueden habitar las imágenes en que se les rinde culto.

El AKH (AJ) Es el principio luminoso e inmortal que forma parte integrante del individuo. Los AKHU (plural de AKH) ó AJU (plural de AJ) son entidades en las que se pueden manifestar los dioses o los muertos. Aunque, como apunta Daumas, a lo que parece reside con frecuencia en el cielo, donde se diría que se siente particularmente a gusto después de la muerte.

OBRAS Y LIBROS FUNERARIOS EGIPCIOS

Libro de las Cavernas:

Composición funeraria real, cuya aparición se sitúa posiblemente en la Dinastía XIX.
Esta obra dividía el mundo subterráneo en seis partes, cada una con escenas que describían fosos o cavernas sobre las que pasaba el sol en su viaje nocturno. El acento religioso recae sobre el dios Osiris.

Libro de las Puertas:

Es el nombre moderno dado a una obra funeraria egipcia que aparece en las tumbas reales avanzada la Dinastía XVIII. Contiene una visión más compleja del mundo subterráneo que el “Libro de lo que hay en el Mundo Subterráneo”. El título de la obra hace referencia a las doce puertas que dividen las horas de la noche, y que están cuidadosamente enumeradas en estos textos.

Libro de lo que hay en el Mundo Subterráneo

Traducción aproximada del titulo de una obra funeraria egipcia conocida como “imy-duat” (denominada tradicionalmente como Amduat) esta obra está inscrita en las paredes de tumbas reales del Imperio Nuevo, y detalla las doce divisiones del mundo subterráneo que corresponden a las doce horas de la noche. El libro se centra primordialmente en el viaje del sol a través de estas regiones subterráneas y su posterior renacimiento.

Libro de los Muertos

Del que ya hemos hablado. Si bien recalcar que se trata de una colección de conjuros, mucho de ellos procedentes de los Textos de los Sarcófagos y de los Textos de las Pirámides que utilizaba la gente y algunos reyes.

Libros del Mundo Suterráneo

Nombre que se daba al conjunto de obras funerarias, durante el Imperio Nuveo, y que agrupaba a obras como El Libro de lo que hay en el Mundo Subterráneo, el Libro de las Puertas, el Libro de las Cavernas, así como otra obra conocida como el Libro de la Tierra.


Un cordial saludo.

Jc Bukowski

La pintura en el antiguo Egipto

La pintura en el antiguo Egipto

La pintura Egipcia

Una de las facetas de mayor relevancia en el mundo artístico de los egipcios fue, sin duda, la pintura.

Los análisis practicados a las pinturas plasmadas en las paredes de las diferentes tumbas egipcias, nos han aportado datos importantes para conocer las técnicas empleadas, constatándose que los pigmentos de colores, una vez pulverizados, se mezclaban con substancias orgánicas como la goma arábiga, la clara de huevo o la cola de pescado.

La pintura mural en yeso sin fraguar es una técnica muy conocida desde la Antigüedad. Se llama fresco porque en principio, la pared que ha sido enlucida con yeso se revoca con varias capas de cal, y cuando la última capa está todavía húmeda, es cuando se pinta sobre ella. Esto hace que al secarse la cal los pigmentos queden integrados químicamente en la propia pared, por lo cual su durabilidad se vuelve muy alta. Por contra, la intensidad de los colores se ve un tanto atenuada. Ahora bien en Egipto con su clima seco y en tumbas que durante siglos se han mantenido ocultas sin que les afecte la luz ni agentes externos que las degraden, ha permitido que en muchos casos se conserven con alto nivel de preservación, casi me atrevería a decir que como el día que se pintaron.

Este tipo de pintura requiere un trabajo extremadamente planificado, ya que no admite repintes: el maestro traza el plan general de la obra, y día a día, se enluce la parte que ha de ser pintada. Ha de ejecutarse en la misma jornada, debiéndose terminar al detalle el fragmento enlucido, para al día siguiente continuar al lado. Esto requiere preparar sistemas de andamiajes para que las cuadrillas de pintores puedan trabajar en posturas poco adecuadas, a mano alzada, directamente sobre el techo, muros verticales o incluso curvos. No es frecuente que un solo pintor se encargue de la ejecución de los frescos, dada la rapidez que exigen las condiciones técnicas de este método. Lo habitual es que, un maestro dirija a una serie de especialistas, y él se reserve las partes más importantes: diseño de la composición y realización de las figuras más importantes.

Los egipcios, cuando procedían a la decoración de una tumba, en primer lugar extendían una capa de "muna", un yeso obtenido por la mezcla de cuarzo, arcilla, piedra caliza y paja triturados, de forma que formase cuerpo con la pared soportando las capas posteriores. Proseguían con una segunda capa más ligera de yeso, llamada "hiba", conseguida con arcilla y piedra caliza pulverizadas, para finalizar enluciendo las paredes con un velo de cal para blanquearlas.

A medida que la superficie de pared tratada era ultimada, se iniciaba su decoración que realizaban dibujantes, escultores y pintores. Los primeros, bajo la supervisión de un dibujante-jefe, dividían la superficie con una retícula (tal como se puede apreciar en algunas tumbas que quedaron parte de sus pinturas si terminar y en esta fase) formada pintando líneas finas ayudados de plomadas y carboncillos.
Existe otra variedad de fresco, llamado "fresco secco", o retoque "alla secca". Aquí se pinta sobre el yeso ya fraguado o seco, lo cual implica el peligro de que la capa al ser rehumedecida y secada rápidamente de nuevo con la pintura se agriete o abombe, deteriorando los frescos. Como ejemplo os diré que Leonardo Da Vinci practicó variaciones de la técnica, que no siempre terminaron bien, como es el caso de su obra La Última Cena, deteriorada a los pocos meses de que el polifacético maestro italiano la finalizara. El fresco secco permite, sin embargo, una mayor precisión en los detalles, admite la posibilidad de rectificar mediante retoques posteriores y ofrece una gama de colores muy suaves y delicados, por lo que se explotó abundantemente durante el periodo Barroco.

Volviendo a Egipto, el verde era el color de la vegetación y se usaba para expresar el concepto de "regeneración"; de verde se coloreaban todos los elementos vegetales y el rostro de Osiris, dios de los muertos, que había vencido a la muerte resucitando para vivir en el mundo del más allá.

El negro se obtenía con facilidad del carbón de leña mezclado con grasas de animales. Se usaba para representar los cabellos humanos, barbas y pelucas, pero, al ser también el color del betún usado en el proceso de embalsamación, estaba asociado así mismo a la idea de la muerte y a la de una preservación eterna. Con este color se representaba a Anubis, dios de la embalsamación asociado al más allá.

El amarillo, rojo y cobrizo (derivado del rojo), se obtenían de los ocres, arcillas finas con una gran proporción de óxido de hierro que las colorea en estos tonos según que el óxido sea hidratado o anhidro. El color amarillo simbolizaba el oro y la carne incorruptible de los dioses; con él se coloreaba la piel de las divinidades femeninas así como la de las mujeres egipcias y los elementos de joyería. Se obtenía moliendo ocres amarillos en cuya composición entraba el hidróxido de hierro o mezclando estos ocres con oropimente o trisulfuro de arsénico, un mineral muy raro y apreciado por los egipcios, que importaban de Asia.

El rojo era el color del Bajo Egipto (región del delta) y simbolizaba el fuego y la sangre; con él se daba color al disco solar y en cobrizo, la piel de los egipcios. Se obtenía triturando almagres que contenían óxido de hierro anhidro o utilizando un mineral llamado rejalgar, en cuya composición se halla el sulfuro de arsénico. Es un mineral de color rojo, lustre resinoso y fractura concoidea (fractura de los cuerpos sólidos que resulta en formas curvas), que se raya fácilmente con la uña, y es una combinación muy venenosa de arsénico y azufre.

Por último, el blanco era el color del Alto Egipto (región que abarca desde el vértice del delta hasta Assuan) y representaba la plata. En blanco se pintaban las indumentarias de los dioses, las mortajas y vendas funerarias y las prendas de lino. Se obtenía pulverizando carbonato cálcico y sulfato de calcio, aunque si deseaban obtener un blanco intenso, para representar las prendas de lino más finas, utilizaban carbonato de magnesio.

Los pinceles y brochas estaban fabricados con fibras vegetales atadas con cuerdas eran de tamaño y grosor diverso, como es lógico, según el tipo de trabajo a realizar; así, los más gruesos servían para enlucir las paredes y cubrir de pintura el fondo de las mismas; los de tamaño medio para rellenar de color las figuras y los más finos para perfilar los contornos y corregir los acabados.

Las paletas de los pintores eran habitualmente de madera de acacia y de sicómoro, ya que se trata de árboles autóctonos y muy abundantes en la geografía egipcia; tenían normalmente forma rectangular y disponían de seis espacios ovalados para contener los seis colores ya citados.



Un cordial saludo.

Jc Bukowski

 

LAS 8 CARAS DE LA GRAN PIRAMIDE

LAS 8 CARAS DE LA GRAN PIRAMIDE

Siempre nos encontramos con la contienda de ortodoxos y heterodoxos lo cual, lejos de ser algo negativo, es siempre positivo y enriquecedor. Estoy convencido (absolutamente convencido) que la verdad no está ni en un lado ni en el otro, por lo menos no al 100%, seguro. Pero también creo que si cada, digamos, bando pusiese algo de su parte para acercar posiciones ganaríamos todos tiempo y respuestas. Y por supuesto estar un poco más próximos a la verdad que, sin duda, todos buscamos. Creo y estoy de acuerdo en muchos planteamientos y postulados ortodoxos, si bien siempre he dicho que hay cosas en Egipto que no cuadran. Sigo insistiendo que hay conclusiones de la egiptología ortodoxa que se intentan imponer como si fuesen dogma de fe y no cuela. No debe colar por el bien del esclarecimiento de la verdad, de intentar que llegue algún día por lo menos lleguemos a rozar la verdad. Me gustaría plantearos un enigma más sobre la gran pirámide. Y diréis con razón “...este con otro enigma más como si no hubiese ya bastantes para discutir horas y horas”. Ya, pero no es por molestar, es tan solo por incidir una vez más en que hay cosas que no cuadran. ¿Porqué la Gran Pirámide tiene ocho caras? ¿Qué pretendían sus constructores con ello? Lo dejo ahí por si alguien (espero que sí) recoge el guante y nos lo explica.

Un cordial saludo.

Jc Bukowski

LOS ANTIGUOS EGIPCIOS Y LA REENCARNACION

LOS ANTIGUOS EGIPCIOS Y LA REENCARNACION

LOS ANTIGUOS EGIPCIOS Y LA REENCARNACION 

Lejos de lo que muchas personas piensan, los antiguos egipcios no creían en la reencarnación.  Los Egipcios creían en la resurrección, en la vida tras la muerte en otro mundo. En sus campos de Yaru.

Por otra parte diré que la reencarnación es un invento ario y no budista como se suele ceer. Aunque en el budismo se crea en la reencarnación.

No hace mucho inserté un post sobre dicho tema, en un foro siendo este tema recurrente donde los haya.
Cada cierto tiempo aparece alguien, por cualquiera de los foros sobre Egipto que existen en la red,  con lo de sentirse tal o cual faraón. Tal o cual reina de Egipto. Pues mejor para ellos, no entro en el tema de las creencias de cada cual. Pero si entro en las del antiguo Egipto. Y tengo que insistir que...los Egipcios no creían en la reencarnación.

Por ello creo oportuno traer aquí este articulo que escribí en su memento en uno de esos foros. Espero que sea esclarecedor para aquellos que piensan o creen que los antiguos egipcios creían en la reencarnación. Nada más alejado de la realidad.


Si hablamos en puridad de la creencia en la reencarnación debemos decir, que se trata del paso del alma de un cuerpo a otro; que no necesariamente debe ser humano y puede ser animal, vegetal o mineral, tras la muerte.

También se utilizan los términos trasmigración y metempsicosis. Dicho concepto es absolutamente esencial en algunas religiones, como el hinduismo o el budismo.

El origen de esta creencia, la reencarnación, debemos buscarla en el hinduismo y, más concretamente, a la creación de un sistema de segregación racial creado por los Arios cuya herencia actual es la división de la sociedad hindú en castas.

Dentro de este sistema, creado en beneficio del pueblo conquistador, la reencarnación actuaba como elemento poderoso de estabilidad social, al desplazar cualquier deseo de cambio a un renacimiento futuro. Con lo que el anhelo de mejora del individuo quedaba postergado a una próxima reencarnación donde, posiblemente, mejoraría su situación y su vida. Esto es, si hoy estoy en situación de pobreza y precariedad no he de revelarme por mi situación, frente al poder establecido. Ya que, tras la muerte, me reencarnaré en una vida mejor, donde no pasaré penurias.

¿Verdad que es una idea fabulosa? Sobre todo para el que manda y sojuzga. Se garantiza la paz social.

En Occidente su difusión se debe, principalmente, a movimientos filosóficos como la teosofía en el siglo XIX.

Por tanto solo, y de forma aséptica completamente, me limito a constatar un par de
hechos.

Estos hechos son:

1º) Que la reencarnación, nace fundamentalmente en el seno del hinduismo juntamente con la conjunción en el tiempo de la invasión aria de la India.

2º) Que la reencarnación forma parte de forma fundamental en religiones como el Hinduismo ó el Budismo. Como se puede comprobar fácilmente.

En Occidente, a partir del siglo XIX, es cuando se difunde el concepto de reencarnación. Y esta difusión se produce a través de distintos movimientos filosóficos entre ellos la Teosofía, si bien no es el único canal de difusión del concepto o creencia de la reencarnación.

Tenemos que, a finales del siglo XX, un canal de difusión importante de la creencia en la reencarnación, entre otras cosas, es el movimiento espiritual Nueva Era (del que no haré ningún juicio de valor)

En este contesto la transmisora de la reencarnación como filosofía religiosa fue, entre otros, Madame Blatsvasky.
Mientras trabajaba en New York conoció al coronel Henry Steel Olcott, fundando en su compañía, en el año 1875,la Sociedad Teosófica. En 1879 viajó con Olcott a la India y trasladó a este país la sede de su organización, que llegó a constituir un considerable movimiento esotérico (revista mensual, The Theosophist). En 1885 Blavatsky abandonó de nuevo la India tras ciertas desavenencias internas provocadas por las cartas del maestro secreto Kurt Humis. Investigaciones efectuadas por Hodges, miembro de la Society for Psychical Research, pusieron de manifiesto que estas cartas eran falsas, pues en realidad procedían de la pluma de Blavatsky. En 1888 Blavatsky publicó La doctrina secreta, su obra más importante. Aunque ella declaró insistentemente que el texto se lo había dictado un maestro llamado Djwaí Khul, todas las investigaciones dieron como resultado que se trataba de una recopilación de escritos esotéricos de épocas anteriores.

Por tanto y a modo de conclusión podemos decir, sin ningún genero de dudas, que la reencarnación no es algo que los egipcios contemplasen.

Todo lo contrario. Lejos de contemplar la reencarnación, los egipcios contemplaban el hecho de la vida tras la muerte. Pero su propia vida. Era para ellos el renacer, la resurrección y no otra idea. Ellos creían en la "otra vida", su otra vida. No una vida convertidos en algo o alguien diferente.

Por eso mismo y lejos de lo que muchas personas apuntan, los egipcios no eran un pueblo cuyo culto era el culto a la muerte. Si no todo lo contrario.
Los egipcios rendían culto a la vida.

Un cordial saludo.

Jc Bukowski